El balance de las consecuencias de la expansión colonial para los territorios sometidos no puede ser sino negativa, aunque no deben olvidarse ciertas aportaciones positivas (medicina, higiene…)
Sin embargo, para la metrópolis la valoración es muy diferente, a pesar de los gastos y esfuerzos que supuso la conquista en un primer momento. Pudieron situar sus productos industriales, al mismo tiempo que invirtieron sus capitales y obtuvieron materias primas baratas y abundantes. De la colonización se benefició toda la población de la metrópoli, aunque las mayores ventajas siempre fueron para los grupos y compañías directamente relacionados con la explotación imperialista (bancos, grupos financieros, empresas y funcionarios)
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