En el siglo XIX, la burguesía tomaba conciencia, y no sólo en Francia, de su propia fuerza política y económica y por otro lado, concebía una forma distinta de abordar el espacio urbanístico que convenía a sus empresas y objetivos civiles.
La Revolución Industrial supone la aparición de una nueva arquitectura. La arquitectura del siglo XIX se realiza a partir de nuevos materiales: hierro, vidrio, hormigón armado y a partir de 1860, el acero.
Hay una división en las profesiones de arquitecto y de ingeniero. Mientras que los ingenieros cursaban su carrera en escuelas o universidades técnicas, los estudiantes de arquitectura aprendían en el taller de un maestro arquitecto desarrollando una formación ‘artesana’, detestando así el desarrollo industrial y marginándose de los nuevos materiales y de las nuevas técnicas.
La difusión del hierro – ANTECEDENTES
El metal como material de construcción iba a tener una gran importancia para el desarrollo de rascacielos en Chicago, una gran influencia en la arquitectura de finales del siglo XIX.
En los primeros trenta años del siglo, Gran Bretaña, que estaba situada a la cabeza de Europa por su desarrollo en la industria siderúrgica, construyó numerosos puentes de hierro, que fueron considerados el antecedente de los puentes colgantes europeos:
- S.Brown, puente sobre el río Tweed (1813)
- I.K.Brunel, puente de Clifton, sobre el rió Avon, en Bristol (1836)
En Francia, la utilización del hierro aumentó tras la Restauración:
- El pont des Arts, sobre el Sena, en París (1803)
- Armaduras de hierro en iglesias góticas: Iglesias de Sainte-Clotilde (1846) y de Sainte Eugène (1854)
(Sainte Eugène)
También se utilizó el hierro para hacer edificios con estructura de hierro. Poco después el metal también facilitó la producción en masa de piezas de construcción. A mediados de siglo, se embarcaban casas de hierro totalmente prefabricadas desde Inglaterra a todo el mundo. Las casas ‘portátiles’ de los pioneros australianos y los Forty-Niners californianos o las iglesias prefabricadas de metal de los misioneros coloniales.
Pero el acontecimiento que hizó época en la historia tanto del metal como de edificios prefabricados en la construcción fue la construcción del Crystal Palace, en 1851, en Londres por Joseph Paxton.
‘Gran Exposición del Trabajo y la Industria de todas las Naciones’
El Crystal Palace se construyó para albergar la primera exposición universal del mundo, el objetivo de la cual era la exaltación de las maravillas de la Revolución industrial y de las nuevas tecnologías introducidas por la ciencia.
Se construyó en Hyde Park
Su creador, Joseph Paxton, un ingeniero experto en jardinería y en la construcción de invernaderos, se basó en este tipo de instalaciones para este proyecto. Para su realización se centró en la utilización del hierro, del vidrio y de elementos prefabricados constituidos en serie. Estos elementos (3.300 pilares de hierro, 2.224 viguetas y 300.000 cristales sostenidos por 205.000 marcos de madera) fueron producidos en distintos talleres de Birmingham y montadas ‘in situ’, reduciendo así la necesidad de trabajadores cualificados y también ahorrando mucho tiempo (para poder así, construirlo en los nueve meses que tenían de plazo)
Medía 563 x 124m y ocupaba 70.000 metros cuadrados.
Fue desmontando cuando finalizó la exposición y reconstruido en otro emplazamiento a las afueras de Londres, en Sydenham, donde permaneció hasta que un incendio lo destruyó en 1936.
Otros arquitectos vinculados a la arquitectura metálica
Henri Labrouste (1801-1875) utilizó una estructura de fundición y de hierro forjado que iba desde los cimientos hasta la cubierta para la construcción de la biblioteca Sainte Geneviève, en París (1843-1850). Sin embargo, consideró conveniente enmascarar su estructura metálica con una fachada de ladrillo, de estilo renacentista.
Hector Horeau (1801-1872) fue quien ideó la construcción con hierro de amplios espacios transpentes, a modo de inmesos invernáculos para contener grandiosas exposiciones artísticas e industriales. Cuando se abrió el concurso del Crystal Palace, Horeau reemprendió este proyecto y diseño una gigantesta plaza cubierta que mereció por unanimidad el primer premio. Sin embargo, fue Paxton quien realizó el Crystal Placa adoptando sólo una parte de los pablos de Horeau.
La Revolución de la Arquitectura
El Crystal Palace fue poco admirado por los arquitectos de la época ya que muchos de ellos se negaron a considerarlo ‘arquitectura’. Al haber prescindido de toda ornamentación, el edificio carecía de las referencias estilísticas e históricas de la arquitectura anterior con las que los arquitectos de entonces se sentían obligados a vestir sus edificios.
La ornamentación es símbolo y cumple un papel orientador. En cambio, las inmesas galerías de exposición, bancos de prueba y experimentación de la industria en la utilización de las estructuras metálicas, ofrecían inmesos espacios de exhibición , carentes de valores simbólicos orientadores; mostraban en la transparencia de su revestimiento de vidrio, sin máscaras ni inútiles ornamentaciones, la desconocida belleza de las formas metálicas surgidas de la mera función.
Esta coexistencia entre un material nuevo y unas formas inspiradas en estilos anteriores (eclecticismo) se ve claramente en:
- algunas de las estaciones ferroviarios de mitad de siglo (fachada exterior ecléctica y interior con estructura de hierro) (Estación ferroviaria y el hotel st.Pancras en Londres (1866-1876)
- La Estatua de la Libertad: Eiffel creó la estructura metálica que sostiene la Estatua, la cual constrasta con el clasicismo de las vestiduras de cobre de la estatua (figura romana antigua) que simboliza la libertad iluminando el mundo.
Dos años después, la ciudad de Nueva York construyó un edificio muy similar al Crystal Palace para albergar su exposición universal. Hay que destacar la exposición universal de París, 1889, la cual conmemoró el centenario de la Revolución Francesa. Compuesta por un conjunto de pabellones articulados, sus construcciones más espectaculares fueron la Galería de Máquinas y la Torre Eiffel, las obras de mayor envergadura nunca realizadas en hierro.
Eiffel creó la estructura metálica que sostiene la Estatua de la Libertad de Nueva York .
Poco a poco se fue perfilando esta nueva arquitectura que acabó por evitar el enmascaramiento de fachadas, lo monumental y lo ostentoso y acabó rechazando cualquier tipo de historicismo.
Esta nueva estética, basada en la teoría del funcionalismo, no alcanzó una dimensión internacional hasta los quince últimos años del siglo XIX. En Chicago se llevaron a cabo numerosas construcciones basándose en esta nueva arquitectura. El primer arquitecto americano verdaderamente moderno fue W.Le Baron Jenney (1832-1907), el cual construyó el Leiter Building, cuya fachada, casi totalmente acristalada, estaba sostenida por delgadas columnas de hierro. El Tacoma Building (1889), por Holabird y Roche, con una fachada abundantemente acristalada y con vanos en voladizo
(Tacoma Building)
(Leiter Building)
No hay comentarios:
Publicar un comentario