sábado, 7 de mayo de 2011

LOS FACTORES DE LA EXPANSIÓN EUROPEA (IDEOLÓGICOS)

La ideología del imperialismo es, por último, el factor teórico que pretendía justificar el expansionismo europeo. En la base se encontraba el nacionalismo, pero no aquel nacionalismo revolucionario que había dado lugar a movimientos de afirmación nacional durante la primera mitad del siglo XIX. A partir de 1848, se fue convirtiendo en una nacionalismo conservador y agresivo, en ocasiones racista, basado sobre todo en un sentimiento de superioridad y , al mismo tiempo, de desprecio hacia otros pueblos o razas consideradas como inferiores. Desde este punto de vista, la política expansionista aparecía como la tarea pretendidamente humanitaria de las naciones ‘superiores’ de llevar a cabo una misión ’civilizadora’ entre los pueblos salvajes.


En la literatura de la época encontramos numerosos ejemplos que ensalzan esta ‘noble’ misión de la raza blanca. Entre los británicos, Rudyard Kipling (autor de El Libro de la Selva) hablaba de “la responsabilidad del hombre blanco”; Carlyle reincidaca la anchura del mundo para la expansión de las ya demasiado pequeñas islas británicas; y Dilke ensalzaba el heroísmo de los coloniazadores. En Francia, Leroy-Beaulieu afirmaba que ‘una gran porción del mundo está habitada por tribus salvajes o bárbaras que no saben explotar su tierra y sus riquezas naturales’ y concluía que el imperialismo ‘es una de las tareas impuestas a los países civilizados’. Los políticos no eran ajenos a esta ‘teorización’ de la necesidad del expansionismo europeo, como es el caso de Jules Ferry, que calificaba de ‘impulso irresistible’ el que empujaba a las grandes naciones europeas hacia la conquista de nuevas tierras. 


El racismo hizo su aparición entre los pensadores imperialistas.  Lord Salisbury dividía las naciones entre ‘vivas y moribundas’ y afirmaba que las primeras ‘se irán apropiando gradualmente de los territorios’ de las segundas. Incluso se utilizó, falseándolas, las teorías evolucionistas de Darwin, concretándose en la idea de que solo conseguiría sobrevivir en la lucha por el dominio del mundo aquel que estuviera mejor dotado, el más fuerte, de tal modo que las razas que prevalecían era porque tenían un derecho natural a ello.


Así pues, la superioridad de la raza blanca aparecía como uno de los fundamentos del expansionismo. Lo grave fue que estas ideas cundieron rápidamente en varios países europeos calando profundamente en el subconsciente de amplios sectores de la población. 


Sin embargo, hubo una minoría que se oponía al Imperialismo. Por un lado, los marxistas con Rosa Luxemburgo y Lenin a la cabeza, denunciaron el colonialismo y acusaron al capitalismo monopolista del saqueo sistemático al que sometían a los pueblos subdesarrollados; por otro lado, surgieron sociedades filantrópicas que lucharon contra los abusos cometidos por los colonizadores y por la supresión de la esclavitud.

1 comentario:

  1. Has plagiado las páginas 30 y 31 de "Imperialismo y Colonialismo" de Arturo Colorado. Cítale.

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