A partir de 1870 se produjo una serie de cambios en la política colonial europea que nos permite hablar de un nuevo imperialismo.
La expansión europea que se desarrolló a partir del último cuarto del siglo XIX tenía bases diferentes:
-el desarrollo del capitalismo exigía el dominio territorial ya que la industria necesitaba un aprovisionamiento estable de las materias primas a un bajo coste.
-la acumulación de capital llevaba a inversiones cada vez más importantes, cuya consecuencia era un aumento considerable de la producción, haciéndose necesaria la búsqueda de nuevos mercados donde colocar los productos.
-las potencias colonizadoras ampliaron su conquista, dejando ya las zonas costeras y adentrándose en el interior de los continentes todavía no depredados por la metrópolis para controlar y poseer el mayor número posible de territorios.
-la dominación de los territorios era total, ya que eran asimilados tanto económicamente como políticamente a la metrópoli.
-la presencia militar activa de los ejércitos coloniales, la importancia estratégica concedida a las colonias y las fuertes connotaciones nacionalistas de las metrópolis que soñaban en convertirse en grandes potencias mundiales.
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